Mi contribución literaria a la Web, en esta ocasión, no es mía.
Se trata de un famoso poema de Jaime Gil de Biedma, que creo sintoniza muy bien con lo que siente nuestro colectivo.
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma y Alba (1929-1990) poeta catalán de la llamada generación del 50. Miembro de la Escuela de Barcelona, se relacionó con G. Ferraté, Carlos Barral y Juan Marsé. También se relacionó con algunos de sus referentes literarios más significativos, como el poeta Luís Cernuda.
Siendo descendiente de la alta burguesía, sin embargo, generó una obra con rasgos sociales e inquietudes políticas, que le llevaron a coquetear con el marxismo.
Su homosexualidad le inclinó a una vida agitada e intensa, enfrentada muchas veces con su entorno familiar, que le arrastró a un cierto pesimismo, que refleja en su obra poética.
Sobre su vida se realizó una discutida película «El cónsul de Sodoma», dirigida por Sigfrid Monleón en la que el actor Jordi Mollà lo interpreta.
Murió de sida en enero de 1990
JL Varas