AdN – Desy Icari
La memoria establece misteriosas conexiones con todo el cuerpo, siendo en los dedos que se materializa ese perenne recuerdo de la escritura. Aunque se borren las evocaciones de la mente, es en el ejercicio de la escritura el que merece la pena conservar.
Con ésta premisa, la escritora Desy Icardi, escribe “La chica de la máquina de escribir” un homenaje a la literatura a través del sentido del tacto.
¿Qué recuerdan los dedos? Si la memoria desaparece, ¿pueden los objetos ayudarnos a reencontrar los recuerdos?
Desde joven, Dalia, la protagonista de la novela, trabajó como mecanógrafa durante el siglo XX, acompañada siempre de su máquina de escribir portátil, una Olivetti MP1 roja.
En los años noventa, ahora ya anciana, la mujer sufre un ictus que, si bien no resulta letal, eclipsa parte de sus recuerdos. Los recuerdos de Dalia, sin embargo, no se han desvanecido, sino que sobreviven en la memoria táctil de las yemas de sus dedos, de las que solo pueden ser liberados en contacto con las teclas de la Olivetti roja.
A través de la máquina de escribir, Dalia recorre así su propia existencia: los amores, los sufrimientos y las mil estratagemas que se utilizan para sobrevivir, especialmente durante los años de la guerra, resurgen del pasado restituyéndole una viva y sorprendente imagen de sí misma, la historia de una mujer capaz de superar décadas difíciles, siempre con la cabeza erguida, con dignidad y buen humor. Sin embargo, un único e importante recuerdo se le escapa, pero Dalia está decidida a encontrarlo siguiendo las pistas que la casualidad, o quizás el destino, ha ido desperdigando a lo largo de su camino.
La narración en busca del recuerdo perdido se enriquece página tras página con sensaciones e imágenes ligadas a curiosos objetos vintage. La protagonista del libro encontrará su memoria también gracias a este tipo de pistas, que aparecen cada vez en lugares inesperados, en una especie de búsqueda del tesoro imaginario, entre la realidad y la fantasía.
En el teclado de la máquina de escribir, Dalia recorre su vida, desde la juventud provinciana, pasando por los años de la Segunda Guerra Mundial, hasta llegar a su «pequeño accidente», el ictus que ha ofuscado parte de los recuerdos.
DESY ICARDI nació en Turín, ciudad en la que vive y trabaja como formadora en empresas, actriz y redactora de contenidos. Se licenció en Artes, Música y Espectáculos, y trabaja en el teatro también como autora, directora y cabaretera bajo el pseudónimo «la Desy»