Hace cien años, abrió sus puertas en Italia la firma Olivetti, fundada en Ivrea por Camilo Olivetti.
El 29 de octubre 1908 Camillo Olivetti fundó en Ivrea la Ing. C. Olivetti & C.S.p.A. “primera fábrica de máquinas de escribir”. Con 20 empleados y un espacio de 500 metros, tenía una capacidad de producción de 20 unidades a la semana.
La primer máquina de escribir fue la M1, presentada en 1911 en la Exposición Universal de Torino.
En los años sucesivos, la empresa creció rápidamente ampliando y diversificando la oferta y desarrollando la presencia comercial en Europa y en el mundo. Se lanzaron nuevos modelos de máquinas de escribir, télex, calculadoras, computadores, fotocopiadoras, impresoras, máquinas de control numérico, tratamiento de datos, entre otros innumerables equipos ofimáticos, así como muebles y equipamiento para la oficina.
Esta firma, que en España fue conocida como Hispano Olivetti, se instaló en Barcelona el año 1929.
Tras la reconversión industrial, la fábrica de Olivetti en Barcelona cedió en el año 1997 todo el bagaje cultural al Archivo Histórico de Cataluña.
Hoy, Olivetti sigue presente en España y otras partes del mundo con 100 años de cultura en innovación y diseño.
Intentaremos a continuación ir desgranando los pasajes más importantes y emotivos de estos cien años de historia.
Agradeceremos a los lectores y compañeros, su participación y colaboración para enriquecer entre todos esta narración que efectuamos como modesta aportación al centenario de esta gran empresa.
Por detrás de cualquier empresa, existe siempre un hombre.
Este documento nos brinda la oportunidad de recordar, aunque sea a grandes rasgos la ejecutoria del hombre que dio su apellido a una gran empresa que ha cumplido el centenario de su existencia. Fue la suya una hermosa aventura, iniciada en unos tiempos en los que escribir a máquina era un ejercicio de excéntricos.
Camilo Olivetti nace en Ivrea, pequeña localidad situada en la falda de los Alpes italianos en 1868. A los 23 años obtiene su título de Ingeniero en Turín y dos años después realiza su primer viaje a los Estados Unidos.
La vitalidad de la joven nación americana impresiona al joven Camilo, que visita algunas grandes industrias y tiene la oportunidad e entrevistarse con varios inventores del país, entre ello el famoso Edison. Año y medio después regresa a Ivrea, Camilo cuenta con 27 años y establece una pequeña empresa para fabricar equipos eléctricos de medición. La fábrica prospera y Camilo acaricia planes más ambiciosos: quiere construir máquinas de escribir.
Regresa a los Estados Unidos y visita las factorías de la Underwood, Royal y Remington. “He visitado la factoría de la Underwood, -escribe en una de sus cartas- donde se fabrican 70.000 máquinas al año. Es algo enorme y he aprendido muchas cosas”. Vuelve a Europa y el 29 de Octubre de 1908, después de haber adquirido el conocimiento de la tecnología y de la gestión de la empresa americana, constituye en Ivrea la sociedad Ingeniero Camilo Olivetti “Ing. C. Olivetti”
De esta manera, nace, con 20 empleados en una superficie de 500 metros cuadrados, la primera fábrica italiana de máquinas de escribir.
El capital inicial es de 350 mil liras. Camilo participa con 220 mil liras, junto con otros accionistas, amigos de Ivrea y parientes que contribuyen con modestas sumas que servirán para comprar el primer torno automático y la primera fresadora.
Es el inicio de una gran aventura industrial que sellará de manera indeleble la historia no solo de Ivrea y de su territorio, sino de toda la industria italiana y europea.
Hoy, Olivetti ha cumplido cien años de historia con una cultura empresarial basada en la excelencia tecnológica, la calidad y el desarrollo de los recursos humanos.
Olivetti es un ejemplo único de empresa industrial capaz de hacer coexistir tecnología y cultura, eficiencia y cohesión social, innovación y diseño.
En los inicios, la empresa creada por Olivetti encuentra dificultades debido a la carencia de recursos financieros y de mano de obra especializada, pero al cabo de poco tiempo inicia un periodo de rápida expansión. Es el propio Camilo quien se encarga prácticamente de todo, incluida la formación sus empleados.
En 1909 tiene ya listo un modelo experimental de máquina de escribir completamente italiana.
La M1, es presentada en el 1911 en la Exposición Universal de Turín.
La máquina se distingue de los modelos americanos más difundidos por su línea sencilla y distinguida, así como por algunos mecanismos novedosos que le confieren más agilidad y rapidez.
La M1 es descrita de esta manera: Máquina de escribir de primer grado, diseño original, buena visibilidad de escritura, teclado estándar, escritura bicolor, tabulación decimal, tecla de retorno carro, marginadores, fabricación moderna y de precisión. A pesar de ello, la M1 encuentra algunas dificultades en afianzarse en el mercado a causa, sobretodo por los prejuicios existentes sobre la tecnología italiana.
Sin embargo, Camilo confía plenamente en su diseño dotado de una especial sensibilidad de teclado y docilidad de escritura gracias a una novedad técnica inventada por el propio ingeniero a la que se le denominó con el término “cinemático”. Camilo Olivetti escribe: “También la estética de la máquina ha sido muy cuidada. Una máquina de escribir no debe ser un mueble de salón con adornos de gusto discutible, sino que ha de tener un aspecto serio y elegante al mismo tiempo”
Olivetti gana en ese mismo año, el concurso para el suministro de 100 máquinas para el Ministerio de la Marina y más tarde, 50 más para Correos, al tiempo que de fábrica sale la máquina nº 1.000
Han pasado cinco años del nacimiento de la fábrica. Estamos en 1913 y la producción ya es de 23 máquinas a la semana con 110 empleados.
Para celebrar el acontecimiento, Camilo Olivetti distribuye a sus colaboradores una insignia con la marca de la fábrica y hace confeccionar una de oro que ofrece a su esposa, Luisa Revel.
En recuerdo a este gesto, será muchos años después el origen de la institución “spille d´oro” para los empleados que han trabajado 25 años en la empresa. Camilo Olivetti potencia la actividad comercial abriendo sucursales en Milán, Génova, Roma y Nápoles.
En 1915, Italia entra en guerra contra Austria, es lo que se llamó la “gran guerra” que habría de prolongarse por tres años. Olivetti convierte parte de su producción de máquinas de escribir en producción bélica: construye proyectiles, válvulas para dirigibles, espoletas para antiaéreos, partes de fusiles y magnetos para la aviación como proveedor en exclusiva de la industria aeronáutica italiana.
Acabada la guerra y ya en 1920, se presenta en Italia la nueva máquina de escribir M20 coincidiendo con la apertura de un incipiente nuevo mercado internacional, sobre todo europeo y sudamericano.
La fábrica ha sido a ampliada y en el 1922 ya salen 2.000 máquinas de escribir a la vez que se monta el primer centro de asistencia a clientes del que se derivará el STAC (Servicio Técnico Asistencia Clientes) Los resultados de la ampliación son más que satisfactorios.
Al final de decenio hay cerca de 600 empleados y la producción aumenta sobremanera gracias sobre todo a la reorganización del trabajo y a la introducción de la cadena de montaje.
A este proceso contribuye de manera decisiva el Ingeniero Adriano Olivetti, primogénito del Ingeniero Camilo que comenzando como operario de fábrica, colabora rápidamente con su padre en la modernización de todos los procesos.
En 1928 se crea el servicio de publicidad que dirige el propio Adriano Olivetti que recurre a la colaboración de importantes artistas y maestros del diseño que plasman sus obras y diseños en los productos, carteles y todo tipo de documentos de la empresa.
Comienzan recogerse los frutos. La producción alcanza 15.000 máquinas y Olivetti puede de esta manera afrontar con tranquilidad la gran crisis mundial del 29, a la vez que el 22 de enero de ese mismo año, nace en Barcelona la primera consociada industrial, la Sociedad Anónima Hispano Olivetti, aunque a nivel comercial,
Olivetti ya está presente en 22 países.
En España, Camilo Olivetti acordó con el Ingeniero barcelonés don Julio Capará, fundar en el año 1929, la primera fábrica de máquinas de escribir fuera de Italia con domicilio social en la Vía Layetana y la fábrica en la calle Pallars hasta 1942 que se trasladó a la plaza de las Glorias.
Otra figura que acompaña a Camilo desde su inicio en la dirección de la empresa para la gestión del personal es Domenico Burzio, persona de gran rigor y extraordinaria humanidad. A su muerte en el 32 y en testimonio a su singular atención demostrada hacia los problemas económicos y sociales de los trabajadores.
Se crea la fundación que lleva su nombre con el objetivo de potenciar la asistencia directa a favor de los empleados y garantizar su seguridad social, conceptos todavía muy limitados en la esos años.
Nace también la primera colonia de verano para los hijos de empleados.
En 1938, Camilo Olivetti cuenta con 70 años y deja la presidencia a su hijo Adriano olivetti nacido en el 1901, Adriano con 37 años está dotado de una personalidad poliédrica que le lleva a comprometerse, no solo en el campo industrial, sino a ocuparse también de los problemas urbanísticos, de arquitectura, de cultura, de reforma social y política que le llevaran con los años a cosechar numerosos éxitos traducidos en premios nacionales.
En el 56 será elegido Alcalde de Ivrea y diputado en el 58. Fundó el Movimiento Liberal «Socialista de Comunidad». Fue un activo anti-fascista. «Vocabulario familiar» Autora: Natalia Ginzburg. Ediciones Proa: Diciembre de 1989
Pero volvamos al final de la prolífica década de los 30 con una producción que continua creciendo en cantidad y diversificación como el teletipo T1 y la sumadora MC4S, primera máquina de calcular proyectada y fabricada totalmente por la Olivetti.
Sin embargo, la empresa es aún de dimensiones medias y Adriano Olivetti ejerce toda su fuerza en transformar la empresa familiar creada por el padre en un moderno grupo industrial.
El segundo conflicto internacional no ralentiza la actividad empresarial a pesar de los daños bélicos, las dificultades políticas y el coste asistencial a los empleados.
Se constituye el Centro agrario, nacido sobre todo para resolver el problema de la alimentación de los empleados y sus familias durante la guerra.
En 1942 entra en marcha en Barcelona la nueva fábrica de Hispano Olivetti.
En el 1943, la fábrica de Ivrea pasa a ser la sede del Comité de Liberación Nacional para la lucha contra el nazismo y el fascismo.
El 4 de diciembre de 1943 muere a los 75 años de edad, Samuel David Camilo Olivetti.
También mueren en la lucha de liberación muchos empleados de Olivetti. Lo recuerda una lápida a la puerta de la fábrica.
También, y gracias a la intervención de urgencia de los técnicos de la fábrica, es desmantelado un plan de los alemanes para la destrucción total de la misma.
Recién terminada la guerra, Olivetti introduce una máquina de calcular de nueva concepción, la Electrosuma, proyectada por Natale Capellaro, otra gran figura de la evolución histórica de la Olivetti. Nacido en 1902 en Ivrea, su carrera ocupa una carrera creciente de responsabilidades hasta ser nominado director general técnico llegando a ser un punto de referencia insustituible en el proyecto y realización de productos innovadores en el campo del cálculo y la escritura.
Entre los años 40 y 50, la Olivetti saca al mercado algunos productos que rápidamente llegarán a ser objeto de culto: por ejemplo, la Lexicon 80 (1948) y la portátil Lettera 22 (1950) que será declarada en 1959 por el Instituto de Tecnología de Illinois en el apartado diseño, como el primero entre cien de los mejores productos de los últimos cien años.
Particularmente importante para Olivetti fue el diseño y fabricación de la Divisuma,
Una de las joyas de la corona que el mercado acogió masivamente como la máquina de calcular imprescindible en el mundo financiero y de la empresa.
También ese año se inicia la producción del primer Calculador electrónico ELEA 9003, considerado como el primer ordenador de Olivetti. Se constituye el Consejo de Gestión ICO con objeto de establecer la distribución de recursos financieros destinados a las ayudas sociales y que permanecerá como único en Italia durante muchos años.
También hay que recordar la reducción efectuada ese año, del horario de trabajo de 48 a 45 horas a la semana sin disminución de salario y finalmente, también el 1959, Olivetti compra la Underwood con 11.000 empleados.
Han pasado 75 años desde que Camilo Olivetti visitó por primera vez la fábrica americana para aprender a hacer máquinas de escribir.
Entra 1960 con un fatal acontecimiento. Adriano Olivetti muere repentinamente en un viaje en tren de Milán a Lausana. Es un momento difícil para la empresa por la deuda financiera por la compra de la Underwood y por la reciente creación de la División Electrónica que debe venderse a un grupo industrial formado por la General Electric, Fiat y Pirelli.
La presidencia de Olivetti es asumida por Giuseppe Pero y otros hijos de Camillo, el ingeniero Dino Olivetti y el doctor Arrigo Olivetti. De la experiencia conjunta del laboratorio mecánico de Ivrea y electrónica de Borgolombardo, sale al mercado la Mercator 5000 y en 1965, la primera calculadora programable del mundo, la P101, considerada como la primogénita del ordenador personal.
La Programa 101, nacida quizás prematuramente para una época, estamos en 1965, que no estaba en grado de recibir un ordenador programable con tarjeta magnética como soporte de almacenamiento, constituyó no obstante un ejemplo digno de estudio en las universidades americanas sobre la incompatibilidad tecnológica y las necesidades de mercado. Indirectamente propició el nacimiento del marketing industrial como requisito de éxito ante productos de vanguardia. Los científicos, técnicos e ingenieros que tuvieron la oportunidad de utilizarla, consiguieron una gran ventaja competitiva en su actividad digna de ser mencionada.
En 1967 se nomina como administrador delegado a Roberto Olivetti iniciándose una fase en la que los productos mecánicos ceden espacio a los electrónicos con una nueva línea de producción constituida por terminales, periféricos y sistemas de elaboración de datos.
En los 70 se constituye la Olivetti Control Numérico para la fabricación de máquinas herramienta automáticas.
Se ha iniciado una gran transformación industrial. La línea de montaje tradicional se transforma en la unidad de montaje integrado formado por grupos autónomos de trabajo con la responsabilidad completa del proceso productivo. Es una innovación que rápidamente es seguida por otras empresas.
El paso a la electrónica es urgente pero comporta grandes inversiones. Por otra parte, en los 70, fabricar una máquina electromecánica necesita casi 9 horas de trabajo mientras que su equivalente electrónica se hace en 50 minutos y además, los márgenes de la electrónica son mucho más bajos. Olivetti tiene en esos momentos casi 74.000 empleados y es necesario reconvertirlos hacia la electrónica, lo cual supone aún mayores inversiones. La situación es complicada.
En 1978, entra en Olivetti el ingeniero Carlo De Benedetti como vicepresidente y administrador delegado. Es el inicio de una fase de gran transformación. De Benedetti capitaliza la Olivetti. Son años de altísimos intereses financieros y de reorganización industrial, con una amplia reestructuración que gracias a un innovador acuerdo con los agentes sociales, se reduce el excedente estructural motivado por la implantación de nuevas tecnologías aumentado la productividad al tiempo que se completa la transición a la electrónica simbolizada por la presentación de la ET101, primera máquina de escribir electrónica del mundo. En los siguientes años saldrán muchos más modelos incluyendo soluciones de videoescritura.
En 1982 Olivetti saca el M20, primer ordenador personal de fabricación europea, precursor del M24 aparecido en el 1984 que conquista las mejores posiciones del mercado europeo y mundial de la informática personal.
Con Carlo De Benedetti, el proceso de internalización de Olivetti desemboca en una escalada de adquisiciones como la americana Docutel, la suiza Hermes Precisa, la francesa Logabax, la británica Acorn, la alemana Triump-Adler, la americana Bunker Ramo, así como grandes alianzas estratégicas como la francesa Saint-Gobain y particularmente importante con la American Telephone & Telegraph que pasa a ser el mayor accionista de Olivetti.
Al final de los 80, Olivetti está entre las 10 primeras empresas de informática a nivel mundial gracias a la variedad de la oferta de productos, servicios y capilaridad comercial que le permite estar presente en Japón, Norte América y Europa, los principales mercados de la informática.
Sin embargo, en los 90 aumenta intensamente la competencia en el sector informático con una caída dramática de precios, márgenes y rentabilidad, junto con una gran complejidad de entornos tecnológicos. El hardware, el software, los sistemas, las redes están en continua transformación. Se hace necesario planificar una reorganización hacia un mejor enfoque de la actividad y puesta al día de las competencias tecnológica y profesional de los empleados.
Olivetti tiene que adecuarse a la nueva realidad y se anticipa al mercado lanzando la Arquitectura Open System junto con productos innovadores como el Quaderno, un ordenador de dimensiones reducidísimas, Envision, ordenador multimedia familiar, noteboks como Philos y Echos, impresoras de chorro de tinta.
En esta fase de nueva crisis nace Olivetti Systems & Network s.r.l. 01/1990 – 12/1991, que se hace cargo del sector deficitario de la producción de ordenadores personales, para no obstaculizar las nuevas tendencias del grupo Olivetti en busca de nuevos inversores en el sector emergente de las telecomunicaciones.
La prolongada duración de la crisis del sector informático, induce a la sociedad a introducirse en el mundo de las telecomunicaciones a través de una alianza con Omnitel para la telefonía celular que desemboca en el 95 con el control de Infostrada para operar en el mundo de la telefonía fija.
Un último intento de salvar el sector industrial es la creación de Olivetti Personal Computer en septiembre de 1996, que no consigue dar una estabilidad con el consiguiente y progresivo cierre de la más importante área productiva del Canavese «Scarmagno».
El desarrollo de las telecomunciones exige grandísimas inversiones que añadidas a la difícil situación financiera existente, hace que Olivetti afronte una larga y costosísima reestructuración que culmina en 1996 cuando Carlo De Benedetti dimite como presidente a favor de Antonio Tesone. Posteriormente, el Consejo de Administración llama a Roberto Colaninno, antiguo colaborador de Carlo De Benedetti.
Cuando Roberto Colanino entra en la Olivetti, la transición hacia las telecomunicaciones está todavía incompleta; el Grupo presenta un exceso de actividades muy variadas y con recursos financieros inadecuados, además, la confianza en los ambientes financieros y de los clientes alcanza cotas de mínimos.
Colaninno emprende un vasto plan de reestructuración y de desinversiones comenzando por la Olivetti Personal Computers, fuente de importantes pérdidas en los últimos años. En marzo del 98 OLSY, la sociedad del Grupo Olivetti de servicios informáticos, se vende a la americana WANG. Nace Wang Global de la cual, Olivetti mantiene el 18 por ciento. En Abril del 99 Wang Global es objeto de una Oferta Pública de Adquisición amigable por parte de la holandesa Getronics. Olivetti como accionista de Wang Global apoya la OPA que concluye favorablemente en Junio de ese mismo año. De esta manera, Olivetti sale casi completamente del área informática a favor de las telecomunicaciones, pues casi al mismo tiempo ha emprendido una alianza con la alemana Mannesmann con la que constituye Oliman, un holding en el que confluye la participación de Olivetti con Omnitel Sistemas Radiocelulares y con Infostrada.
Otra operación singular que caracteriza este año tan denso en cambios es el acuerdo entre Olivetti Lexicon y Philips para la colaboración en el sector de la tecnología ink-jet. Esta cooperación dará lugar al nacimiento de un join venture de mayoría Olivetti Lexicon, denominada Jetek para el desarrollo de productos basados en esta tecnología.
A continuación, Colaninno propone un nuevo y ambicioso proyecto ante las brillantes perspectivas que ofrece el mercado italiano de las comunicaciones que le induce a lanzar una OPA a Telecom Italia y por extensión a su controlada Tecnost, al mismo tiempo y en virtud a las normas anti-trust previstas, Olivetti cede a Manesmann su participación en Omnitel e Infostrada facilitando la financiación de la OPA que finaliza en mayo del 99.
Ha resultado ser la mayor operación mundial de este tipo que proyecta a Olivetti hacia una nueva dimensión.
Entramos en el 2001, y la Olivetti después de haber realizado la fusión con Tecnost, se presenta como un gran holding industrial que controla cerca del 55 por ciento del capital ordinario de Telecom Italia y el 100 por ciento de Olivetti Lexicon que en lo sucesivo se llamará Olivetti Tecnost, empresa especializada en productos para oficina y acceso a Internet a través de Tecnost Sistemas. Olivetti controla también el 100 por cien de Olivetti Multiservices, servicios integrados para la gestión de inmuebles y el 50 por ciento del grupo Webegg, soluciones para Call Center además de otro 20 por ciento de Lottomatica y a través del Grupo Telecom Italia,
Olivetti asume un papel de primer orden en los sistemas mundiales tanto de las redes y servicios telefónicos como de Internet y del comercio electrónico.
Ya hemos entrado en el nuevo milenio, Olivetti ha cumplido 90 años y va camino de los cien. Tiene 120.000 empleados y unas cuentas equilibradas con sus inversiones.
Ahora el baricentro de la Olivetti se ha inclinado decididamente hacia los servicios, pero sobre todo no ha abandonado una cultura y un estilo de gestión que tiene como punto de referencia la atención al mercado, la innovación en todos los campos, la apertura internacional y el compromiso continuo en la búsqueda de la excelencia tecnológica y gestional.
En 2003, Olivetti fue absorbida por el grupo Telecom Italia, pero mantiene una identidad aparte, bajo el nombre de Olivetti.
Se cumple así la última y quizás la más importante transformación de Olivetti, que se convierte en el principal grupo italiano operante en las telecomunicaciones.
Dejamos nuestro relato en este punto, es el año 2008 en la conmemoración del centenario de la fundación de Olivetti, con la esperanza y el deseo de que todos podamos celebrarlo como espectadores privilegiados, y algunos, como protagonistas de honor.
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Juan García Dolz
Octubre 2008