Nuestro querido compañero y amigo Luís Vich falleció en Barcelona el 22 de octubre de 2022 a la edad de 94 años. Un grupo de olivettianos le acompañó en la ceremonia de su funeral.
Luís era persona que dejará grato recuerdo entre todos los que le conocimos a lo largo de su dilatada trayectoria en Olivetti. Su carácter afable y su disponibilidad hicieron siempre fácil y agradable el trato con él. Era un buen conversador, ameno y preciso. Tenía muy buena memoria lo que le permitía ilustrar sus intervenciones con variadas anécdotas de su larga trayectoria laboral. Recordaba las alineaciones de los equipos de fútbol de su infancia y juventud como si las hubiera leído el día anterior en la prensa. Se distinguía por ser muy ordenado y riguroso tanto en el ámbito privado como en el profesional. Tenía unas curiosas colecciones de cromos y fotos antiguas muy interesantes.
Cuando yo le conocí él era muy aficionado a la fotografía y a los viajes. Pero la afición dominante (iba a escribir la pasión) fue la música en todas sus manifestaciones: desde la popular y ligera hasta un muy amplio repertorio de la música clásica. Disponía de un equipo de reproducción impresionante, muy fuera de lo común. Recuerdo las veces que me reunía en su casa con él sin cansarnos de oír un disco detrás de otro. Tenía algunas óperas hasta en cuatro versiones diferentes. Sus colecciones de sardanas y sevillanas eran muy amplias. Disfrutaba haciendo sus propias grabaciones combinando discos de diversas fuentes. Cuando el apogeo de las casettes, las grababa y regalaba a sus amigos con exquisitas copias de conciertos clásicos.
Era buen aficionado al fútbol. Del Barsa. Muy crítico con las actuaciones del equipo.
Recién terminada la carrera de Derecho, Luis ingresó en Olivetti. Era el año 1956. Formó parte de la primera promoción de jóvenes universitarios que, por iniciativa de Adriano Olivetti, la empresa seleccionaba para nutrir sus cuadros comerciales, por aquel entonces casi inexistentes. En aquel primer grupo le acompañaron Agustín Ceballos, Manuel Alonso y Javier Tomeo.
Tras un primer periodo en Casa Central como secretario del Gerente, el doctor Angelo Vernetti, Luís fue nombrado director de la sucursal de Bilbao en el inicio de los 60. De allí pasó a inaugurar la sucursal de Zaragoza para recalar luego en Madrid para hacerse cargo de la dirección de la sucursal más importante de nuestra red comercial. Era el año 1971. A su vez, Manuel Alonso fue nombrado director de la Sucursal de Entidades Oficiales. Un nuevo paso en la carrera de ambos fue su designación como jefes de área, poco tiempo después, cuando la organización se encontraba en fase de rápida expansión.
Al cabo de unos años, Luís regresó a Casa Central para desempeñar cargos de alta responsabilidad en el equipo de la Dirección Administrativa. Se jubiló al inicio de los 90.
Habían de pasar varios años para que Luís y yo, por iniciativa suya, nos uniéramos al grupo de “el txoco” que supongo conocéis suficientemente. Era en 2008, año del Centenario de la Fundación de Olivetti. Pasamos veladas muy agradables en las comidas de los jueves. Fue un periodo inolvidable del que Luis disfrutó de manera especial. Luego, cuando el txoco se disolvió las ocasiones de reunirnos con él fueron espaciándose, si bien algunos de nosotros le visitábamos o manteníamos el contacto por teléfono.
Su ejemplo y su recuerdo permanecerá siempre vivo entre nosotros.
Querido Luis, descansa en paz.
José Manuel Aguirre
Descansa en paz amigo Luís, no olvido, junto con tus compañeros y amigos de la peña olivettianos, los gratos momentos vividos en tu compañía, compartiendo entrañables conversaciones y recordando tu extensa y prolija andadura profesional que marcó un grato estilo y humanidad en tus actos que hoy dejas entre nosotros.
Fue muy buena persona, descanse en Paz.
D.E.P
No tuve la suerte de conocerle, pero mi pesar y mi reconocimiento me produce el mismo sentimiento que si lo hubiera tratado personalmente, pues la dedicación de su tiempo en vida a la empresa que seguimos amando cuantos formamos parte de aquel grupo irrepetible y único, cuando alguno falta sentimos que se ha marchado uno de los nuestros, mi más sentido pésame para su familia y amigos, gracias por el comunicado, abrazos para todos.
Pedro Sierra
Un ex olivettiano de Salta (Argentina) elevó una oración por su memoria pidiendo a Nuestro Señor una cristiana resignación desde Morainvillier (Francia)