Recuerdos de un Olivettiano

Por Ezequiel Cabado

Al leer las diversas colaboraciones de mis compañeros de fatiga en Olivetti, me he animado a escribir cuatro líneas (es un decir) que me permiten rememorar y, a la vez dar a conocer a los muchos amigos, mi pequeña pero larga historia en Olivetti.

Empecé a trabajar en Comercial Mecanográfica, S. A., en la Vía Layetana, 37, el 11 de Noviembre de 1948 (casualmente el día de la Fiesta Mayor de mi barrio, “El Clot”), con 14 años. Mi madre me compró mis primeros pantalones largos para ir a la oficina.

Me encargaron gestionar el fichero de recambios del STAC que dirigía, en aquellas fechas, el Sr. Montaner.

Recuerdo que en aquel entonces la Olivetti nos daba todos los Sábados racionamiento (patatas, judías, lentejas, aceite, etc.), en Navidad un Pavo vivo y juguetes para nuestros hijos en la festividad de Reyes.

Posteriormente pasé a llevar, a las órdenes del Sr. Oñate, lo que se llamaba “El Fichero” , que consistía en trasladar a unas fichas el resumen de todas las visitas que hacían los comerciales que había en esas fechas.

El fichero

Al cumplir los 22 años, finalizados mis estudios y las Milicias Universitarias, solicité al Dr. Sinigaglia (Director Comercial) mi pase a la venta.

Me asignaron el Distrito 18 (una cuadrícula de Barcelona formada por las calles Valencia, Aribau, Travesera de Gracia y Balmes).

El Grupo donde me integré compuesto por los Vendedores: Morella, Martí, Llanes, Torruella y otros tres que no recuerdo su nombre.

Mi primera venta la conseguí, a las 10:00 de la mañana, en un Garaje de la calle Balmes, entre Diagonal y Travesera, propiedad de unos italianos. Fue una Pluma 22.

Tal fue mi emoción que me volví rápidamente a la Oficina (entonces en Rambla de Cataluña, 7). No os podéis imaginar la “bronca” que me pegó el Sr. Domínguez, Jefe de Grupo, por volver a la oficina antes del horario previsto.

Posteriormente y a medida que Olivetti incorporaba a su catálogo equipos más sofisticados, me incorporé a la DMC (División de Máquinas Contables) y más adelante a la División Sistemas de Barcelona, después a la de Madrid y, de vuelta a Barcelona, como responsable de la División.

En este punto me siento obligado a mencionar a los muchos colaboradores con los que he contado en mi carrera profesional en Olivetti, en especial a Jordi Calvet y a Juan Ignacio Ruiz-Ayúcar “Juanchi”, así como a Antonio Florensa, a Eduardo Amorós y a Pepe Díaz Cordero sin olvidar, en mi paso por Marketing, al fantástico Gianni Diquattro.

Gracias a todos ellos alcanzamos grandes éxitos comerciales.

Como podéis suponer a lo largo de mi tan dilatada experiencia en Olivetti, he vivido muchas anécdotas y situaciones extraordinarias. Recuerdo con especial motivación dos.

Una fue el secuestro del avión en el que viajaba a Roma con Ruiz-Ayúcar para dar a conocer a nuestra Guardia Civil la “Mecanización” de los Carabinieri. Nos acompañaban un Coronel, un Comandante, un Capitán y un Teniente.

El secuestrador era un Libio que nuestro gobierno expulsaba del país y quería secuestrar el avión para volver a Bilbao pues no le habían dejado despedirse de su “amiga” Carmen. Afortunadamente, el Radiotelegrafista, en un descuido del secuestrador, le pegó un “extintorazo” y lo lanzó a la pista. Así quedó resuelto el incidente.

La otra es la operación de las DE-520 al I.N.P. (actual SS. SS.).

Se trataba de una operación orientada a mecanizar la captura de los datos de las Recetas médicas (la actual receta es un diseño nuestro, así como el cupón que se recorta de los estuches de los medicamentos al retirarlos de las farmacias). Hasta aquel momento esta captura se hacía con las Audit-623 dotadas de cinta perforada (con agujero cuadrado y sin canal de arrastre) vendidas por nosotros dos años antes.

La Historia es la siguiente:

– El I.N.P., en una reunión de su Consejo de Administración, celebrada a mediados de 1975, decide solicitar a Olivetti el suministro de 320 equipos DE-520 a los que se les conectaba un lector manual de Caracteres OCR (hoy se utilizan códigos de barras), al que le llamábamos pistola, y los correspondientes convertidores de la casette que producían las DE-520 a cinta compatible con UNIVAC, valorados, cada equipo, en algo más de un millón de pesetas.

– El Secretario General Técnico del I. N. P., Sr. Martí Bofill, me traslada una copia del acuerdo.

– Con esta copia, mi dirección, Ing. Ricardo Berla, decide solicitar los equipos (eran fabricados por una empresa de USA).

– Llegan los equipos a Barcelona a los treinta días pero, hasta aquel momento, el Pedido oficial no se nos había entregado.

– El Gobierno se había reorganizado en Marzo de 1975 nombrando Ministro de Trabajo a Fernando Suárez el cual decide reducir drásticamente los gastos del Ministerio. Su primera medida fue no autorizar el acuerdo del I. N. P. de adquirir las DE-520 de Olivetti.

– Imaginaros el drama. ¿ A quien colocábamos las DE-520 y demás componentes que teníamos en el almacén ?.

– En una reunión con el citado Martí Bofill me dice que no me preocupe. Que “Los Ministros están de paso, yo no”.

– Así fue. El 20 de Noviembre de ese año muere Franco y se nombra un “Gobierno de transición” en el que José Solís Ruíz sustituye a Fernando Suárez en la cartera de Trabajo.

– Transcurridos unos días, a primeros de Diciembre, el I. N. P., por fin, nos pasa la solicitud de los equipos (el Pedido, no el acuerdo de su Consejo).

Como os podéis imaginar ni a mí ni a los directivos de Olivetti, incluidos los de Ivrea, se nos olvidará la fecha del 20 de Noviembre de 1975.

Aquí podéis ver, en el SIMO de 1975, la presentación del sistema propuesto al I. N. P. al que fue nuestro Presidente, Joaquín Garrigues Díaz-Cañabate y a nuestro Director General Ing. Ricardo Berla, en presencia de De Miguel, Director de la Sucursal de Madrid y del, hoy genial escritor, Javier Tomeo.

Una de las características a destacar de Olivetti fue la formación de su personal, en especial la de los Comerciales. En este aspecto, uno de los muchos recuerdos que guardo son los famosos Seminarios.

Como muestra os incluyo unas fotos del que celebramos en 1977 en el Puerto de la Cruz en Tenerife.

Hotel Semiramis.
Asistentes al Seminario.
Fase de descanso.
Vuestro Amigo, Ezequiel Cabado.
De paseo, Sánchez Frontela y Saéz.
En primer término Ángel Sevillano, recientemente fallecido.

Ezequiel Cabado


En Barcelona, a 3 de septiembre de 2008

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